lunes, 5 de diciembre de 2011

De un grabado a una pintura (II)

En un anterior articulo con este identico titulo, hablamos de un grabado del año 1749 del calcógrafo Delgado, y una posterior pintura fechada en 1765 de Miguel Cabrera, basada en el anterior grabado. En este se repite la historia, una pintura que reproduce un grabado anterior, siendo esta pintura muy desconocida y de la que nunca se había hablado hasta la fecha. Dos historias muy parecidas, encuadras en el mismo periodo de tiempo, y también con un pintor destacado del arte virreinal como protagonista.


El grabado en cuestión es muy conocido y data del año 1755, realizado por el artista González, autor de múltiples grabados. El mismo es una alegoría de la ciudad de Cádiz donde se muestra a todos sus patronos y protectores. Es conmemorativo del Milagro obrado por la Virgen del Rosario sobre la ciudad el 1 de Noviembre del citado año de 1755, cuando detuvo las aguas que avanzaban con gran fuerza para adentrase en tierra firme tras el Terremoto que tuvo su epicentro a pocos kilómetros de Lisboa. A raíz de tan glorioso acontecimiento, el Ayuntamiento refrendó oficialmente el patronazgo que ya ostentaba desde tiempo atrás la Santísima Virgen. El grabado es muy común verlo hoy en día ilustrando muchas de las publicaciones dedicadas a nuestra Patrona o de distinta temática cofrade de la ciudad, pero no lo fue así hasta 1947, fecha en el que el historiador gaditano Augusto Conté Lacave se hace eco del hallazgo de este grabado en un articulo publicado en el Diario de Cádiz el día 4 de mayo del citado año. El grabado se hallaba en una lamina suelta que adornaba un folleto con la siguiente inscripción: “El mas raro ingenio de la devoción. Lo que el cclo discurre cuando por si no puede lo que quiere. Sagrado panegírico que celebró el religiosísimo Convento de Santo Domingo de la Ciudad de Cádiz y en el día que la Hermandad siempre ilustre del Santísimo Rosario hizo la función por el estreno y colocación de la Señora en su nuevo camarín presente el Augusto Sacramento, el Real Senado de la Excma. Ciudad. Dijole el M.R.P. Fray Nicolás Sánchez Cobano, Lector de Teología en el Real Convento de San Pablo Orden de Predicadores, de la ciudad de Sevilla. Se imprimió de orden y a expensas de dicha Exma. Ciudad de Cádiz –Con las debidas licencias necesarias.- En la imprenta de D. Pedro Gómez de Requena, su impresor mayor. Año 1756”

El grabado como comentamos, tiene a todos los patronos y protectores de la ciudad del siglo XVIII, apareciendo en primer término el Nazareno, protector inmemorial de la ciudad, y a sus pies María Magdalena que es protectora desde 1681, tras interceder milagrosamente junto a Jesús Nazareno en la epidemia que sufrió la ciudad. También en primer termino, a la derecha, la imagen de la Patrona, ostentando el patronazgo por parte del pueblo desde 1730, y protectora de la ciudad desde 1646. A los lados de la Patrona y del Nazareno se encuentran los patronos, San Servando y San Germán, sobre los triunfos donde aun los encontramos en su actual ubicación de las Puertas de Tierra. El patronazgo de los Santos Mártires data de 1618. El único ausente es el copatrón de Cádiz, San Francisco Javier, glorioso apóstol de las Indias y Príncipe de la Mar, que ostenta el copatronazgo de Cádiz desde 1706. La Virgen del Rosario y Jesús Nazareno junto con la Magdalena, está rodeados de un rosario sostenido por querubines y corona la parte superior un Ave María. También en la parte superior encontramos dos leyendas: “Iesus Nazarenus Rex Iudeorum, Miserere Nobis” (Jesús Nazareno Rey de los Judíos, Ten Misericordia de nosotros) y “Regina Sacratissimi Rosarii, Ora Pro Nobis” (Reina del Santísimo Rosario, Ruega por nosotros). En la parte inferior del grabado encontramos el escudo de la ciudad dentro de una decorada orla y una leyenda con la inscripción "Emporium Gaditanum, y la ciudad vista desde el puerto de Cádiz. En el puerto vemos 4 triunfos, los dos de lo patronos, que inicialmente fueron ubicados en el puerto y que también aparecen junto al Nazareno y la Patrona en la parte central del grabado, los triunfos datan del año 1705; así mismo deducimos que el que se encuentra mas alejado es el de San Francisco Javier, ya que fue levantado inicialmente en la Puerta del Mar y data del año 1735; y llegamos a la conclusión de que el cuarto es el que un año mas tarde se construiría en honor de la Virgen del Rosario con motivo del milagro obrado en el maremoto, ya que el otro triunfo que existía en la época, el de la Inmaculada Concepción, fue levantado en 1695 y hasta el s.XX su única ubicación fue el convento de los frailes capuchinos.



Ahora vamos con este nuevo hallazgo. A raíz de este precioso grabado se encargaría una obra pictórica posiblemente también costeada por el ayuntamiento, como el grabado. La obra en cuestión fue realizada por el pintor mexicano José de Páez en el año 1770. Este pintor colonial inundó con sus pinturas la segunda mitad del siglo XVIII. Nació en México en 1720, hijo de un maestro de escuela. Páez fue un pintor muy prolífico perteneciente a la generación posterior a Miguel Cabrera (autor del cuadro de la Virgen del Rosario de la Catedral), que realizó excelentes retratos y pinturas de castas, así como composiciones religiosas que fueron en tamaño desde los escudos de monja hasta telas enormes que cubrían paredes enteras. Aunque sus obras están esparcidas en iglesias a través de México y Perú, parecería que su taller en la ciudad de México exportó mucha de su producción. Muere en 1790. El cuadro se titula “Alegoría de la Ciudad de Cádiz con Jesús Nazareno y Virgen del Rosario”, y está pintado al óleo sobre cobre y tiene unas dimensiones de 32,1 por 25,3 cm. Es una reproducción fiel del grabado, conservando todos los elementos y sin ninguna agregación importante a destacar y el autor hace una acertada elección de colores tanto para la orla, como para el interior de la misma, representado a Jesús y a María con los colores propios de la época; el Nazareno de morado y la Virgen del Rosario de rojo y azul. Está firmado en la parte inferior izquierda.

La ultima ubicación de la obra la tenemos en una subasta celebrada el 27 de mayo de 2009, en la casa de subasta Sotheby's, concretamente en la sede situada en Nueva York, dedicada al arte latinoamericano. El precio estimado de venta de dicha obra se sitúo entre 20.000 y 25.000 dólares. Anteriormente había sido adquirido en una subasta también celebrada en esta casa el 1 de julio del año 2000. Desde este blog instamos al Ayuntamiento de Cádiz o a cualquier otra institución de la ciudad, a que esta importante obra vuelva a Cádiz, ya que a parte de ser un gran exponente del arte colonial, representa las mayores devociones de nuestro pueblo y es historia viva de nuestra ciudad.

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